La esencia de mi blog ...

Imagen tallada en lingue, en el peldaño de una escala, extraído de una demolición. Fue uno de mis primeros trabajos (en aquel tiempo los pintaba con tierra de color).

Una buena amiga me escribió un post hace unos días sugiriéndome que no piense todo el día en lo que me pasa, que no acumule mas odio, que me hace mal para el alma, que hable de otros temas y no solamente de mi discapacidad.

A ella y a todos los que tienen la voluntad de leerme les pido que traten de ver “la esencia de mi blog”. Es cierto que hubo mucho odio, pero lo que me motivó a crear este espacio es la absoluta necesidad de dar a conocer una realidad cruda y despiadada, cual és la de denunciar prácticas abominables, conductas inmorales y complicidades perversas, mismas que se generan cuando un médico chileno es acusado de negligencia o mala praxis. El sistema de blindaje que se gatilla es inimaginable. No existe límite para la mentira. El paciente pasa a ser el peor enemigo. La honestidad, la objetividad y la trasparencia desaparecen por completo

Repitiendo las palabras que me dejó María Rosa Golía, defensora de los pacientes y miembro de la Alianza para la Seguridad del Paciente de la OMS :

Es primordial que todos entiendan que aquí no encontrarán poemas, recetas de cocina, anécdotas familiares o chistes de oficina... este blog fué creado para otro fin y éste és denunciar el detestable comportamiento de algunos galenos frente a “horrores médicos”.

Para comprobar la contundecia de mis palabras les pido que lean algunos de los conceptos vertidos por el Doctor Florencio Escardó en su libro “Moral para Médicos” :

“Afortunadamente los médicos somos los únicos profesionales que poseyendo como bien común el del enfermo no tenemos necesidad de ser rivales, sino colaboradores; vale decir, estamos ordenados a coincidir en el interés del enfermo y no en otro.
La menor desviación de esa línea, rompe nuestra condición de colegas.

Para no pocos espíritus gregarios la ética es complicidad. ¡No! La ética es decencia y ella obliga a no pactar con el inmoral.

Si, para explotarlo, un medico engaña a sabiendas a un enfermo, lo ético es desengañar al enfermo, no cubrir al medico. El medico nos obliga en cuanto a medico en tanto guarde una categoría moral. Los médicos constituimos una clase, nó una banda”.

Posteado por : Alejandro Muñoz Escudero (víctima del Dr. Ricardo Cabello, con la complicidad del perito traumatólogo del Servicio Médico Legal, Dr. Gerardo de la Fuente y con el inhumano patrocinio del abogado Juan Carlos Bello)