
Escultura : Busto de Cristo
Tallado por este artesano en un trozo de roble.
EN EL ANIMO DE DENUNCIAR EL DAÑO QUE SE ME HIZO POR UNA NEGLIGENCIA MEDICA.
Muchas personas me han honrado con sus comentarios y gracias a ellos he tenido la fortuna de conocer espacios llenos de poesía, encanto, fantasía, sentimientos, vivencias y otras tantas difíciles de enumerar.
Desgraciadamente mi tema es repitivo y monotemático pero siento el íntimo deber de continuar luchando hasta el final, conciente que puedo cansar a muchos de mis amigos y amigas bloggeros.
Lo que les voy a presentar a continuación es una normativa que los médicos responsables de mi invalidez han hecho que parezca un poema escrito con letra muerta (pierdan 2 minutos de su valioso tiempo y léanlo) :
CÓDIGO DE ÉTICA 2006
Manual de ética médica de la Asociación Médica Mundial
COLEGIO MÉDICO DE CHILE A.G.
INFORME DE PRÁCTICAS INSEGURAS O ANTIÉTICAS
La obligación de informar sobre la incompetencia, el menoscabo o la mala conducta de un colega está estipulada en los códigos de ética médica. Por ejemplo, el Código Internacional de E tica Médica de la AMM (Asociación Mundial de Médicos) establece que: “el médico debe tratar con honestidad a pacientes y colegas, y esforzarse por denunciar a los médicos débiles de carácter o deficientes en competencia profesional, o a los que incurran en fraude o engaño.” La aplicación de este principio no es fácil. Por un lado, el médico puede tener la tentación de atacar la reputación de un colega por motivos personales indignos, como los celos, o en respuesta a un insulto percibido por un colega. El médico también puede ser reacio a informar la mala conducta de un colega por amistad o simpatía (“por la gracia de Dios lo hago”). Las consecuencias de dicho informe pueden ser muy perjudiciales para la persona que informa, incluida con seguridad la hostilidad de parte del acusado y posiblemente de otros colegas también.
A pesar de los inconvenientes de denunciar la mala conducta, es un deber profesional del médico hacerlo. Estos no sólo son responsables de mantener la buena reputación de la profesión, sino con frecuencia son los únicos que reconocen la incompetencia, el menoscabo o la mala conducta.
Agradezco vuestro tiempo y voluntad y les sugiero que reflexionen acerca de lo que tuvieron la paciencia de leer, ya que tarde o temprano, todos - sin excepción alguna - serán pacientes (o padecientes).